EL DÍA QUE NEVÓ
Me gusta observar las precipitaciones, lo que cae del cielo, la lluvia, el granizo, la nieve… Ver cómo el camino, los árboles, los campos, el monte, se cubren de blanco, es algo mágico, atractivo, misterioso. Es como si de repente la tierra nos regalara una sonrisa luminosa, cristalizada, transparente. El primer impulso es dejar tu huella en su blancura, pisarla y crear un camino incierto… ya que cuando nieva los caminos se borran y no sabes en qué dirección orientar tus pasos. La nieve lo que tiene de bella lo tiene de peligrosa y parece que es limpia pero ensucia las calles, los portales, las plazas… Este año sólo nevó un día y los campos se medio cubrieron de blanco, aún así, disfruté su belleza, el contraste del blanco con el azul del cielo y la diferencia entre el blanco y el verde musgo en el camino del monte. Entre esas grandes verdades de la naturaleza, la nieve siempre me deja pensando en la inmensidad y la dulzura con la que cubre no sólo las montañas, también los paisajes planos, las veredas… No hace ruido, cae silenciosa, lo cubre todo, acaricia los bosques, se manifiesta sigilosa, es una Dama Blanca de Invierno muy afable… Mirarla, proporciona un gran placer, adentrarse en esa contemplación de un campo nevado es elevar el espíritu en el disfrute de lo que es diferente… Son momentos que te vuelven a la niñez y te dan ganas e crear el muñeco de nieve que duraba unos días en la plaza o en las eras del pueblo. ¿Y quién no quiere volver a la infancia para tocar esa luz de la nieve con las manos? Esa luz que dura tan poco, que se deshace en la mirada mientras te envuelven los fríos invernales. Y es así como amo la nieve desde la observación del paisaje que me rodea.
©Julie Sopetrán
Nieva en mi tierra de tarde en tarde. Cuando lo hace, sensaciones parecidas me invaden en su contemplación. Muy sensible y hermoso. Saludos
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Gracias Iñaki. Cada vez nieva menos… Pero es maravilloso contemplar el paisaje cuando lo hace. Gracias por tus palabras. Mi abrazo y cariño.
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Reblogueó esto en Espacio de Arpon Files.
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He disfrutado esos campos nevados cuando visito a mi hija, pero su bella descripcion me hizo recordar momentos lindos cuando veia imagenes de nieve en mis libros de texto. gracias. Abracitos.
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Gracias Arabril, agradezco tus palabras, aquí antes nevaba frecuentemente pero ahora apenas la vemos… Gracias amiga. Un beso.
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Qué difícil es amar como tú, Julie. Es eso de enamorarse de los detalles de la vida y querer lo cotidiano como se quiere la niñez que nos hizo lo que somos.Eres única…y punto.
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No es difícil, es simplemente observar, sentir o ser fiel a tí mismo y lo que la vida te ofrece que es mucho, -tanto bueno como malo- mira lo bueno con buen humor… Gracias Tin, eres muy amable conmigo y lo agradezco. Mi abrazo y cariño.
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Gracias amigo. Me encanta!!! Agradezco tu gentileza. Mi abrazo.
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Gracias a ti Julie, tu si que eres un encanto como persona y como mujer..

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Eres un amor. Qué rosa tan bonita… Gracias.
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Ojalá todo el mundo fuera como tu..
Besos Julie.
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Tienes a flor de piel el amor por la naturaleza. Nos hace disfrutar la belleza que nos brinda. Excelente relato. Se disfruta.
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Muchas gracias por tus palabras. Mi abrazo fuerte.
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Bella prosa, Julie….me has hecho soñar con la nieve que nunca veo en Lima. Un abrazo.
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En España, en la zona donde yo vivo ahora, suele nevar por lo menos una vez al año. Y es una belleza contemplar los paisajes blancos… Gracias por tus palabras. Abrazos.
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Fascinating!
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Gracias, Margaret, thanks very mucho. Love you.
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