Estamos solos porque no miramos a nuestro alrededor
Cada mañana, cuando abro la puerta de casa, viene una bandada de gorriones, saben que les voy a echar unas migas de pan y, ahora en invierno, lo agradecen. Ya nos conocemos, no concibo este campo sin ellos. Sé que actualmente están en peligro de extinción, más de veinticinco millones han desaparecido en los últimos años en nuestro país, según informan los ornitólogos.
La mañana está fría, es invierno, el sol se esconde, juega entre las nubes, nos da su luz, su calor. Los gorriones lo saben, buscan solanas en el tejado de placas onduladas de cemento y amianto, los veo desde mi ventana, toman el sol mientras pían y bailan dando esos pequeños saltos que alegran la monotonía del instante…
Y pensaba que estaba sola. Y no me hubiera dado cuenta si no miro. Y ellos están aquí, tan cerca, guardando las distancias… Cada uno en su sitio, pero cerca, muy cerca, llenando esos vacíos que son tiempo.
®Julie Sopetrán
Bonito
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Gracias por tu lectura. Besos.
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😙
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… «Y pensaba que estaba sola»
Precioso, Julie
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Muchas gracias Úrsula, un placer tu visita. Mi abrazo.
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💜
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Bella reflexión
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Gracias amigo. Mi abrazo y cariño.
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Son hermosos. Muy poco valorados en algunos lugares. Yo también tengo mis visitantes a diario. Ellos ya saben y me esperan. Siempre hay algo de comer para ellos.
No me gustaría que dejarán de venir.
Un abrazo fuerte mi niña.
Gracias por tu post. Es realmente bueno.
Besitos corazón
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Muchas gracias Esperanza, por venir a este rincón y el amor a los gorriones. Besos.
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Muy bueno
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Muchas gracias Andy. Aprecio tu lectura.
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Tan pequeños, tan poca cosa. Y la compañía que hacen. Son como un suspiro con alas. Un abrazo, Julie.
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Estoy rodeada de gorriones, sobre todo en invierno que les doy algunas migajas de pan, cuando hace frío y nada tienen a su alrededor…
Me encantan cuando toman el sol en el tejado de los tinados. Gracias por venir a leerme Tin. Un abrazo.
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