Pues yo tengo un libro viejo pequeño y bastante usado, me lo encontré en un mercado por la calle de El Espejo. Este libro es un reflejo de sapiencia, que se empeña en cortar toda la leña que crece en mi fantasía: «Tratado de Poesía» así se llama el que enseña.
Después de tantos años, desde niña, he visto a los pastores con sus rebaños ir y venir por las tierras que labraba mi padre y mi hermano. La leche, la carne del cordero que nos proporcionaba Jesús, un año tras otro, en Navidad , todo eso desaparece. Jesús es un hombre bueno, trabajador, honrado, siempre dedicado a su rebaño, a su familia, al pastoreo de este paisaje castellano. Pero no puede soportar más los gastos que apenas le producen ingresos . Esa visión bucólica del rebaño, yendo por las cañadas, ese sonido de los cencerros, también desparece, se pierde desde hoy en el olvido de lo que ha sido por siglos. Me comentaba este pastor de Torre del Burgo, en Guadalajara, España, que no se siente con fuerza para seguir, los impuestos, las pocas ayudas del gobierno, la situación económica, no recompensa por tanto esfuerzo de trabajo y dedicación. Es un oficio más que desaparece en nuestra comunidad. Y los campos se verán afectados… Vende sus ovejas, sus cabras, pero sabe que quien se lo compra también las va a vender. Es el fin de toda una trayectoria heredada desde tiempos inmemoriales, abuelos, padres, hijos… Les dejo estos versos que hoy me ha inspirado el pastor.
El pastor de mi pueblo viene del campo le siguen las ovejas de su rebaño. Y son los perros guías los que vigilan, a la oveja rebelde que descarría. El pastor de mi pueblo Jesús se llama, yo le rindo homenaje desde mi casa. Jesús, ya se jubila y estoy muy triste, ha vendido el ganado porque no rinde. Sus padres, sus abuelos que le enseñaron a hacer frente al empeño de tanto atajo. El pastoreo antiguo se desintegra que un oficio tan duro ya no interesa. Los gobiernos no apoyan a los pastores; y la leche y la carne serán peores. Y estoy muy triste que ya no pasa pastoreando el tiempo de las cañadas. Se quedará vacío su noble aprisco, sin ovejas, sin cabras, ni corderillos… Los oficios se pierden nadie los salva, que los esquiladores también se marchan. ¡Ay! Si pudiera yo a Jesús pediría que no se fuera!
Hace unos meses WordPress, hacía esta pregunta, y yo contesté «La niña que fui». El libro lo había escrito hace ya unos años atrás y, como al mes de contestar esta pregunta, una persona extraordinaria de México, llegó a casa y me pidió alguno de mis libros sin publicar, le di dos, inéditos, más o menos un mes después, esta persona se presentó en casa con los dos libros ya maquetados listos para la revisión. Y no, no me lo podía creer. Las concidencias existen. En Mayo, si Dios quiere, presentaré en México, La Niña que fui. Ya les indicaré donde pueden comprarlo, por si les apetece leerlo. También saldrá al público mi otro libro titulado: Chavelita. Una historia oral, que escribí cuando era estudiante de periodismo, relacionada con Pancho Villa. Los dos libros los encontrarán en la misma editorial en Guanajuato. Gracias amigos, porque veo que les ha gustado el título, a ver si también les gusta el contenido.
De mi libro: CANCIÓN DE TIERRA PARA EL AMOR DORMIDO 27-11-1992
Comparto hoy con vosotros, mis amables lectores, un fragmento, de la puesta en escena de mi pequeño libro: CANCIÓN DE TIERRA PARA EL AMOR DORMIDO, que todos podéis leer en mi blog: https://eltiempohabitado.blog/cancion-de-tierra-para-el-amor-dormido-libro/. Este libro nació viendo cómo los olmos morían por una enfermedad. El valle de el Río Badiel ya no era el mismo, de ahí surgió la idea de crear este obra, lo convertí en acto literario, en obra pláscica, con la música origianal de Luis Tejeiro, la voz en vivo de Toñi de la Cruz y, lástima que no podamos insertar la danza que llevó a cabo María Jesús León, Antonia Barata, Marisol Folgado, los niños de la Casa de Extramadura… Yo también le puse voz a algunos de mis poemas y fue un acto realmente inolvidable. Pues en realidad quería crear una nana para despertar el Amor; en la escenografía era protagonista un árbol seco, debajo del árbol, un hombre sentado, dormido. Las bailarinas danzaban al son de la música creada por Luis Tejeiro, danzaban para despertar al Amor. La palabra era también importante, pues a veces sólo el verso inspiraba la danza… Música, canto, danza y poesía que completaron una hora de arte en el Colegio de San José de Guadalajara, España. (27-11-92) Con este poema y con este video, hoy, en estos días cuando están muriendo tantos inocentes, quiero memorar con mis lectores este recuerdo vivo y entrañable de esta nana cantada por Toñi de la Cruz y dedicada al ser humano, a los niños. Y con vosotros, amigos lectores, recordar a tantos seres que no tienen hogar, ni cuna, ni lugar donde ir, ni sitio donde estar por culpa de las guerras y de tantos intereses creados por la humanidad. Mi agradecimiento por vuestras abundantes visitas a mi blog. Muchas gracias amigos, con mucho cariño para todos, mi agradecmiento por leer y por compartir.
La Navidad ha llegado para los unos y otras que terminamos el año.
Todos vamos a Belén unas vienen y otros van algunos no volverán pero hacia allí van también. Y si tú no has ido…¡ven! Que el Niño te está esperando para terminar el año. No te pese caminar cada pisada es victoria en ella escribes la historia de los que saben amar. Y si Amor quieres llevar sabes que yo te acompaño para terminar el año. Unos llevan desconsuelo otras dolor y miseria pero impresa en la materia todos llevamos el cielo No te apoyes en el suelo… Sube, sube otro peldaño para terminar el año.
Mira al pastor cómo lleva el corderillo en sus brazos con sus pies hechos pedazos no importa si llueve o nieva él avanza y sobrelleva el control de su rebaño para terminar el año. ¡Vayamos hasta Belén! Aunque se rompa el camino y llevemos lo divino que se oculta en nuestro ser. ¿Te sientes desfallecer? ¡Pues elimina tu engaño que has de terminar el año!
Esta imagen pintada por Vicent van Gogh, me trae el recuerdo de mi padre. De mi infancia, de aquella siembra a mano, sin máquinas, sin tractores, sin más ayuda que el esfuerzo, el trabajo hecho con sus mulas, su arado, y ese saco colgado al hombro, al que llamaba «la sembradera», ahí echaba el grano, luego, con su mano lo esparcía por los surcos y así se sembraba el campo. Muchas veces yo lo acompañaba y él me sonreía mostrándome cómo se sembraba el trigo y la cebada. Hoy es otoño otra vez. Se empiezan a arar los campos, para preparar la tierra para la labranza, la tierra que recibirá las semillas de una forma muy diferente. Los tractores y sus sembraderas abarcarán los surco que irán distribuyendo las semillas de una forma moderna, tecnológica, diferente. Pero no puedo dejar de lado tantos recuerdos de aquellos días. De una u otra forma, el labrador sigue vivo y siempre, siempre, mirando al cielo.
El Otoño renace entre los surcos que el labrador diseña en la mirada su trabajo embellece mi paisaje pinta, borda el aspecto que transciende Contemplo la labranza de la tierra la sonrisa de los atardeceres y ese gesto de sol en los pinares que parece dorar el sentimiento Siento que el buen hacer me pertenece y sigo el paso firme del labriego propago la semilla, cubro el surco me aferro a la costumbre de la siembra Entre lluvias y vientos me habla el campo y recojo los frutos de las viñas de los perales y de los olivos cual plenitud de cambio en su belleza Las hojas de los chopos ya en el suelo Un bramido de ciervo se oye al paso son las luces y sombras del rellano Reflexiono, siento el calor y el frío ¿o es la tristeza al ver que el sol se esconde entre la niebla?
(1)La Bahía de San Francisco, California. Años 70. Hoy en su homenaje póstumo, en Hita, Guadalajara, España, 9 de Septiembre 2023.
Ser poeta es hacer versos.
No voy a hablar de cuándo o cómo nos conocimos…para eso está su obra: Memorias de una argentina, KASIDA, ahí por ejemplo, en el capitulo 8, página 339 ella nos cuenta acto y lugar donde nos conocimos en 1981. Leyendo, valoramos, aprendemos y conocemos los detalles enriquecedores de su vida… Es un libro que recomiendo su lectura si queremos saber quien fue Beatriz. Le brindamos una vez más, nuestro amor, nuestra amistad, nuestra admiración por su vida y obra como una referencia que nos ha servido para aprender, también para enseñar. Porque el poeta aprende del que sabe más y enseña al que sabe menos. Ella tenía esa humildad, ese conocimiento de querer aprender y de enseñar lo mucho que había aprendido. Nos hicimos amigas para siempre y hoy le rindo mi sincero homenaje y agradezco al pueblo de Hita me haya invitado para corroborarlo públicamente.
Leer a Beatriz, es encontrarse con la poesía, con la historia, la historia de Hita, la historia universal, que también Beatriz nos dejó en más libros: La Halconera de Hita, 2001; La juglaresa de Hita, 2002, AACHE ediciones y con la misma editorial publicó La tapicera de Hita,2002; La novia rusa, 2007; En 1993 publicó en Torremozas, su poemario Pastor de Silencios. En 2004 publicó en Gráficas Nueva Alcarria su libro de poemas Con el alma a cuestas. Y en California, me regaló un poemario donde habla de su pampa argentina, titulado Visión Argentina.
Encuentros entrañables como aquel que ella tuvo con Hita, cuando la visitó por primera vez y me encargó que inspeccionara la casita de adobe que vendían junto a estas ruinas de la Iglesia de San Pedro… De ahí en adelante Beatriz ya fue de Hita para siempre. Y así sucesivamente la contacté con Jadraque a través del Alcalde de Guadalajara José María Bris, con quien le puse en contacto y de esta forma fue Profesora en el Instituto de Jadraque.
Beatriz hizo honor a su creatividad y a su trabajo pero sobre todo fue siempre fiel a todas sus raíces, no sólo las de Estados Unidos, las de España y tantos lugares que recorrió por el mundo, siempre dejando la huella de su inteligencia y de su poesía, pero sobre todo aireó ese encanto de su pampa argentina, leo sólo unas estrofas que definen perfectamente como era y sigue siendo nuestra poeta.
Versos que ella declamaba excepcionalmente en su Versión Argentina, su hermosa voz resuena todavía en la Casa de los Poetas… como recuerdo dedico especialmente a sus hijas, aquí presentes y también a Toñi, que fue como una hija para ella. También para Soraya y Elena, amigas entrañables de Beatriz. Y para todos, sus versos…
El arado no tiene paquete que lo enfarde fue espada permanente y pincel de diseños; enmarcó las ciudades de Roma y de los sueños y pintó en la mirada los surcos de la tarde.
Oxidado, sin alma, nadie que lo resguarde sus hierros están sucios, sus estevas son leños; olvidadas sus huellas que ayer fueron empeños se deja morir solo, no hay nadie que lo guarde.
Recuerdo es aquel brillo de su reja a lo largo de aquellos surcos rectos calados a medida, donde el hombre dejaba escrita la belleza.
Porque somos nosotros la faz de su letargo le hemos dado la muerte sabiendo que fue vida. Somos la mano dura de la naturaleza.